Un trágico duelo entre dos antiguos amigos convertidos en enemigos irreconciliables, Obi-Wan Kenobi y Anakin Skywalker. Eso es lo que Williams tenía que musicalizar en La Venganza de los Sith (George Lucas, 2005), tercer y climático episodio de la trilogía de precuelas de Star Wars. John Williams emplea aquí intensos arreglos corales que hacen referencia a sus propios trabajos para las entregas anteriores, sobre todo al Duel of the Fates de Episodio I La Amenaza Fantasma. Melódicamente, Battle of the Heroes se parece mucho a la tradicional melodía del Dies Irae, que aparece en innumerables obras, una de las más célebres es el Réquiem de Mozart. Esta referencia es muy apropiada, ya que dicho texto evoca imágenes apocalípticas de la ira y el Juicio Final, que en la película también vienen dadas por el escenario donde se desarrolla el duelo, el planeta Mustafar, una esfera incandescente cubierta en su totalidad por volcanes y ríos de lava.